domingo, 11 de diciembre de 2011

Psicología, precisión y posición

1) Ganó el estilo. El Barça sobrellevó como pudo la intranquilidad de los pies de Valdés hoy. Se repuso al gol, quiso el balón y triunfó finalmente en una majestuosa forma de ocupar los espacios. Tanto en largo, como en corto. Por dentro, con Iniesta (sobrehumano) y por fuera con Alexis (incisivo y enchufado) y Alves (reflejo del tercer gol).

2) El tapón en la izquierda. Alves colocado como lateral, valga la moda del 'falso' para el lateral también. Defendiendo en línea de cuatro, y atacando con Alves como extremo. Pegado a la cal y generando superioridad en todas las líneas, obligando a Cristiano a bajar en exceso y, sobre todo, exigiendo a Marcelo un rigor defensivo que le impedía al Madrid esa brillante salida que le otorga el brasileño desde su banda.

3) Primera mitad: el Madrid atasca e impide la generación de juego 'culé'. La retaguardia adelantada, con Ramos mandando, se imponía y Lass como una segadora incansable barría aquello que circulaba a su alrededor. El torbellino físico que impuso la efervescencia de Di María contagió al Barça. Imprecisiones, idas y vueltas. Les costó encontrar la pausa, a Xavi a Iniesta. Sin quererlo, el Barça renunciaba a su estilo. Al sello 'guardiolano' y se instauraba el vértigo. Inconvenientes. Eso sí, Alexis, el más voluntarioso, consiguió el balsámico empate y tranquiliza.

4) En la final del primer tiempo, se vislumbraron las posibilidades del Madrid: para descansar, tocamos. A pesar de cierta horizontalidad, hizo correr detrás del balón al Barça y dinamitaban a partir de los tres cuartos de campo, el Madrid se encontraba seguro. Un paso al frente. Xabi se encontraba. El 'quarterback' toca el balón, domina el 'tempo' y edifica un Madrid ordenado para que cerca de Valdés agite y dinamite el juego.

5) Los espacios. Xavi toca, manda, distribuye. La presión del Madrid impide que Piqué y Puyol hagan una salida absolutamente limpia. Cuesta generar aquello del hombre libre. El físico de Lass, Özil y Di María ocupa más de un jugador blaugrana. No dura demasiado el fuelle en la segunda parte. Xavi mata con la ayuda de Marcelo. Palo psicológico. A partir de aquí, no hay color.

6) 2-1. El que más se mostraba. No temía. Iniesta comenzó su exhibición. Escorado en una banda, pausando, cambiando el ritmo. Sabe qué hay que hacer en cada momento. Espectacular en la interpretación del partido. Coentrão, extrañado, en la derecha, sentía que le venía un huracán. De perfil, de cara, de espaldas, Andrés dominó el partido. Omnipresente. Defendió, construyó y dinamitó en punta.

7) La psicología, tan importante en los equipos de Mourinho falló. Cesc se asociaba, Alexis no renunciaba y Messi originaba la atención de dos, tres e, incluso, cuatro jugadores blancos. Lass barría aquello que podía, Xabi, incómodo defendiendo de cara, el Madrid desarbolado.

8) El ejemplo: 1-3. El Barça genera superioridad en la banda. Alves saca un centro con la atención de Ramos y Pepe puesta en dos rematadores. Por detrás, en velocidad y sorprendiendo aparece Cesc, el delantero mentiroso. Se escurre a tocar, abre y mata al Madrid. Sin realizar un partido soberbio, ha sido determinante. El 1-3 obligaba al Madrid a lanzarse, la táctica en el olvido y el Madrid repitió viejos errores. Atacar con 4 (y Khedira), defender con 5 (y Khedira).

9) La precisión. Una (la) virtud. El Barça detalla, toca corto, elabora, fluye. Todo esto a ritmo, a gran ritmo. Hoy, por momentos, con menos pausa. Menos Xavi y Busquets. Más Iniesta (camaleónico), Alexis y Messi.

10) Ramos y Di María. Soberbios. Generosos.

11) Messi. El mejor.

Y 12) La diferencia: Andrés Iniesta. Por suerte (o por desgracia), juega en el Barça. Se salta los listones a sabiendas de su calidad. Amén.

PD1: Cristiano. Noqueado por la situación, sin demasiados espacios para exhibirse. Egoísta. Le cuesta controlar sus emociones.

PD2: Coincido con Rossell: "Hemos dado un baño". Por supuesto, el Barça ha jugado mejor. Nunca ha renunciado a su estilo a pesar de los matices que el Madrid ha exigido hacer, en distintos periodos, a los de Pep. Impuso las tres 'pés' del titular y llevó el partido a su terreno; Coincido con Mourinho: "Han ganado por suerte". Efecto psicológico de los goles. 1-1 y 1-2. El tercero de Cesc ha sido obra de una majestuosa superioridad merced a lo anterior. Distintas visiones. Verdades iguales.


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lunes, 5 de diciembre de 2011

Guerreros, síntomas y haraquiris

La realidad es cruel. Sin duda. Pasa que cuando luchas con guerreros, a veces te cortan la cabeza. No digo más cuando le sirves tu cabeza a la realidad. Serás guillotinado. Así, una vez tras otra.

Hoy, el Málaga se ha empecinado en dar síntomas de debilidad constante en defensa. Desde el primer minuto, hasta el gol de Ifrán que golpeara al Málaga de bruces con la despiadada realidad. Y, ojo, desde el delantero, que es el primero en defender, hasta, los propios zagueros malaguistas. Sería injusto obviar que, durante gran parte del partido, el Málaga maniató los conatos de ataque realistas con posesiones por momentos intrascedentes, pero al fin y al cabo, conseguiéndolo.

Toda la atención merece un punto indiscutible de inflexión en el partido: Pellegrini introduce en el campo a Apoño. Sale del campo Cazorla. Duda se vuelca a la izquierda e Isco cambia de banda. Hasta aquí, una decisión cabal si no fuera por las órdenes intrínsecas al cambio que transmitió Pellegrini con la permuta. El Málaga malentendió el cambalache de jugadores, dio un paso atras, o dos, y cual equipo pequeño concedió a la Real y a Montanier el terreno que necesitaba para lanzar balones, globos hacia el área de Willy. Por cierto, el cancerbero, impecable una vez más. Tergiversó términos: aplicación defensiva y pragmatismo por repliegue más patadón.

El equipo vasco, sin demasiada fe, adquirió confianza y escudriñó como el Málaga achicaba balones de las inmediaciones de su área. Para solventar los problemas y salir a la contra (ironía, si son tan amables), el técnico chileno, con Buonanotte y Juanmi en el banquillo, cambia a Rondón por Van Nistelrooy, hasta entonces en el banquillo. El holandés no ha husmeado el balón en las cercanías del área de Bravo en lo que anduvo en el campo. Y, para aumentar y afilar los dientes y el cuchillo realista, Pellegrini da entrada a Camacho (con Weligton en el banquillo) por Sergio Sánchez que, correcto una vez más, había tenido problemas físicos en un gemelo.

El síntoma: de los 'singulares' cambios, la Real olió sangre, encontró fisuras, vías de agua, boquetes y, tras un balón dividido que, con absoluta pasividad, no barre nadie del área, Carlos Vela se inventa una chilena para empatar el encuentro en el 88'. Lo peor estaba por llegar. En otra jugada con la Real volcada pero, paradógicamente, el Málaga defendiendo con poco y menos y con Demichelis y Camacho paseando por el pasto donostiarra, Ifrán bate hábilmente a Willy que, junto con Isco y quizás Sebas podría ser lo más notorio del Málaga en esta fría y cruel tarde otoñal.

Las caras eran un poema. Poema mezquino que, por cierto, ha escrito con dudoso honor la defensa del Málaga. Sin ánimo de demonizar, dramatizar ni desorbitar el correcto partido del Málaga hoy, los irrebatibles fallos de concentración, atención y esmero han desmerecido cualquiera de las buenas intenciones expuestas por la plantilla.

A pesar del haraquiri malaguista, ya lo dijo un viejo sabio: No importa cuantas veces caigas, lo importante es levantarse una vez más.

martes, 8 de noviembre de 2011

'Scouting' sobre el KK Zagreb

Unicaja se enfrenta en la cuarta jornada de la primera fase de Euroliga al KK Zagreb. Seguramente, un desconocido para aquellos que no son demasiado apasionados del baloncesto europeo (internacional), pero no tan dulce como lo pintan. Aunque sí que parece, a priori, el candidato a quedar último del grupo. No dice lo mismo el 'roster' del equipo al menos.

Bien es verdad que el equipo croata anda titubeante en su Liga (Adriática), pues ocupa el décimo lugar de los catorce participantes con tan solo dos victorias por cuatro derrotas, pero no es menos que varios jugadores ocupan las estadísticas más favorables en cuanto a valoración, puntos, asistencias, etc., es decir, en acciones positivas dentro del terreno de juego. A continuación, os presento brevemente los cuatro jugadores más importantes de esta plantilla:

Krunoslav Simon: este croata de 1'97 nacido en Zagreb es el capitán del equipo además de su baluarte en gran parte de las facetas del equipo. Un 'dos-tres' con capacidad de sacrificio atras y capaz de mucho en ataque. Podríamos decir de él que es el jugador total de este equipo. En Euroliga 'solo' promedia 11'3 puntos  y apenas 7 de valoración, pero en la liga casera es el tercer más valorado (21 de media) y el quinto máximo anotador (16 puntos por partido). Además, es un 'cazarrebotes' en defensa y es capaz de asistir como cualquier base gracias a su capacidad para penetrar y dividir. Capaz de anotar de tres y con un buen promedio desde la línea de tiro libre. Es, sin lugar a dudas, el jugador más capaz de este KK Zagreb.

Sean May: producto americano. Se trata de un ala-pívot pesado que intercambia con asiduidad el juego en el poste, con el exterior donde también puede hacer daño. Sin más, es el tercer mejor porcentaje de tiro de tres en la Liga Adriática. En Euroliga, es el jugador más destacado en cuanto a puntos se refiere (16'5 de media) del conjunto croata. Es frágil debido a que sufre una importante cantidad de lesiones habitualmente. Tras ser elegido número 13 del draft por Charlotte Bobcats y estar fuera por problemas físicos, fichó por Sacramento donde tampoco brilló demasiado. La temporada pasada desembarcó en Europa de la mano del Fenerbahce Ulker. Si las lesiones, le respetan puede ser un jugador importante dada su buena mano y su peso en el poste.

Damir Mulaomerovic: su clase y su habilidad en el puesto de conductor del equipo están fuera de toda duda. El croata ha pasado por Panathinaikos, Real Madrid, Olympiakos, etc. Su veteranía (37 años) le otorga ese conocimiento del juego que le pueda faltar a los bases cajistas y así lo reflejan las estadísticas de su liga. Es uno de los líderes en asistencias (casi 4 por partido), aunque también en balones perdidos.

Mario Kasun: lo podrán recordar por sus dos años en el Barça (06-08). Sin duda, un pívot fuerte, con ímpetu, pero al que su conocimiento del juego y su cabeza no perdonan. Además de ser frágil mentalmente, el croata es dado a lesionarse. Architatuado, con buenos movimientos en el poste bajo y una alta capacidad anotadora, pero los problemas de falta (líder de la Liga Adriática, 4'33 p.p.) lo acosan. Una cabeza que ni Balotelli...

Ante el papel, Unicaja debiera ganar cómodamente el partido. El conjunto de Chus Mateo ha demostrado que, cuando se relaja, es capaz de dejar escapar rentas y dar confianza al equipo rival. Este KK Zagreb no pasa de los cuatro jugadores mencionados a los que se les puede añadir siendo generosos el esloveno Saso Ozbolt ('1' o '2') y la joven perla croata, Dario Saric (1994, MVP del Europeo sub16 en 2010). Aun respondiendo la primera unidad, el conjunto croata lo tendrá muy difícil pues su banquilla es de largo inferior a Unicaja donde, a menudo, cuesta distinguir entre titulares y suplentes.

viernes, 4 de noviembre de 2011

Victoria en el caos

1) Victoria fruto de la capacidad de sufrimiento que lleva demostrando Unicaja. Sin obviar, por supuesto, la genialidad sobre la bocina de Berni. En honor al trabajo, al equipo y a la confianza que dan dos derrotas en lo que va de temporada.

2) El equipo malacitano administra esfuerzos con colosal sabiduría -no tan bien las rentas- y hace que en los instantes finales de partido, se pueda responder tanto en ataque como en defensa. Mérito de jugadores y cuerpo técnico (de este último en mayor medida).

3) De nuevo, a Unicaja le cuesta estar acertado en los instantes finales (Valencia, Obradoiro...). Me aventuro a optar por la cantidad de jugadores nuevos en el equipo y quizás la distinción de roles dentro de él. Sin dejar de afirmar que todos ellos provienen de equipos de menor entidad y peso que Unicaja. Lo que sí que es cierto es que a Unicaja le ocasiona demasiados problemas administrar rentas en ataque. Tanto como acertar a elegir buenas opciones de tiro (una canasta fozada de Fitch, tiro 'final' fallado de Valters, etc.) donde, de verdad, se juega el partido (exceptuando el partido ante Zalgiris. Prórroga inconmensurable).

4) Inteligente Chus Mateo. Al inicio del 2º cuarto planteando una zona 2-3 que, paradójicamente, redujo de forma notoria el acierto local en triples. Defensa que, con los brazos de Sinanovic, hace de noche a cualquier vano intento de penetración. Por lo tanto, permite una presión más firme y dura de los jugadores exteriores. Así, hasta que los de Fleming encontraron un pequeño resquicio a la espalda de los hombres grandes, es decir, sobre la línea de fondo (ejemplo: el espectacular mate de Slaughter). De esta forma, Chus decide optar por una defensa individual nuevamente, asumiendo los riesgos ante la maltrecha defensa cajista de los bloqueos y continuación (pick & roll).

5) Anarquía, caos en ambos equipos. Unicaja y Brose han nadado como peces en el agua durante gran parte del partido y han ofrecido un partido entretenido. Pocos ataques -hasta el último cuarto: tensión- de cinco contra cinco y mucha transición, la cual favorecía con asiduidad los triples de ambos equipos y descuidos en defensa por la exigencia física que conlleva este ritmo de partido (correcalles por momentos).

6) Importancia de la victoria. Unicaja ya había perdido en competición casera, lo que suponía una nueva circunstancia que asumir. El equipo se ha levantado -con sus errores y defectos- y ha sabido sufrir para acabar venciendo a un equipo correoso, acertado en su línea exterior y con un todopoderoso (por su descomunal físico) Marcus Slaughter en la zona.

Y 7) Joel Freeland. Un epíteto. Factor diferencial una vez más. Hasta el punto de sobreentender que, tarde o temprano, aparecerá. Nunca falla. Hoy, de nuevo, una angustia para el rival (18 puntos y 6 rebotes).

domingo, 30 de octubre de 2011

Seguir ganando

1) El Madrid ha dominado pero con menos superioridad que habitualmente fruto de un brillante trabajo de los de Montanier. La Real, seria y con un buen rigor táctico. Contundentes y ordenados. Muy bien, sobre todo, en defensa.

2) Los chicos de Mou no han golpeado, no han dinamitado en los primeros minutos. No se ha atisbado esa imperiosa necesidad de ganar, de morder al contricante para hacer sangre en el rival (como ante Málaga, Villarreal, etc.).

3) Clave: La dinamita de Di Maria e Higuain. Buscan los desmarques a la espalda y tienen pasadores que otorguen balones. Verdaderos desatascadores del juego estático. Resuelven un partido 'a los puntos' gracias a esa electricidad con enorme capacidad noqueadora de rivales.

4) Lass. No es el sustituto de Khedira. Lo nota Xabi y se resiente el Madrid. El alemán recupera con orden y distribuye rápido. Además de la presencia -en todos los sentidos- en ataque en área rival. Distingue con suma facilidad qué sabe y qué no sabe hacer. Lass, pulmón incansable. Con calidad 'per se', pero con el defecto 'made in Africa': criterio táctico por debajo de la media habitual de los medios europeos.

5) Coentrão. De lateral rinde. Y con creces. Es complicado vencerle atras y la proyección atacante es considerable.  Lo mejor: capacidad de recuperaciòn. Eléctrico, a golpe de martillo pilón en ataque. Capaz de llegar a línea de fondo, centrar e incluso precisar los pases al hueco como un mediapunta más. Higuaín lo ha agradecido en el primero.

6) Sufrimiento entre las líneas. Ozil, intermitencia constante durante gran parte del partido. Ramos - Xabi - Özil y el punta. Conexión de vértigo, de difícil funcionamiento. El Madrid encontraba arañas tejedoras entre mediocentro y defensa rival. Pocos (mínimos) espacios y ambas líneas en sintonía. Premio al esfuerzo y al orden realista.

7) "A todo gas" el Madrid es inconmensurable, de ritmo vertiginoso y altamente efectivo. Hoy, con un rival de hierro, guerreros en el campo, han conseguido el triunfo de la insistencia.

8) Otra forma de ganar. Refleja una faceta más del equipo entrenado por el maravilloso TÉCNICO, Jose Mourinho.
Distinta, de igual valía y, especialmente importante, en un equipo aspirante a campeón. Porque saber sufrir es parte importante de cualquier equipo grande.

9) Real Sociedad. Retroalimentados por el rival, formando dos líneas gruesas de presión. Olvidando en parte el ataque. Con la entrada de Griezmann, más incisivo, más dinámico, pero sin gol.

10) Y Sergio Ramos. El jefe de la zaga. Sublime una vez más.

PD: Gesto inteligente de Mourinho ofreciendo descanso a Marcelo, Kaka' (tras 90 minutos el miércoles) y  Benzema. La profundidad de armario hace más grande a un conjunto que cada vez da más sensación de equipo y menos de plantilla.

jueves, 27 de octubre de 2011

Nada sin esfuerzo

Van diez jornadas y el Málaga no ha dado síntomas de arranque. El motor, no podemos decir que haya gripado, pero sí que está costando más de lo debido y esperado, arrancarlo. De hecho, alguno que otro dice que el conjunto de Pellegrini, carece de motor alguno. Entendiendo como motor, al organizador del equipo.

El Málaga demostró en el Ciudad de Valencia y en Vallecas ser un equipo falto de PROFESIONALIDAD. Por supuesto, salvando casos individuales (Willy, Toulalan y... Poco más). No es verosímil que tras sesenta millones de euros de inversión y una ciudad volcada, un equipo de once consagrados -uno más que otros- jugadores salte al terreno de juego con una carencia absoluta de humildad, de solidaridad, de amor por el compañero. Nadie le pide (yo al menos no) al señor Pellegrini que su equipo juegue como el Barça, pero sí se le puede pedir desde Willy hasta Juanmi, Recio o Portillo -incluyendo al chileno- que partido tras partido mueran en el verde. Entonces, podremos pensar que al Málaga le falta calidad, que no entienden de táctica, y muchas otras historias. Lo que queda claro, es que sin esfuerzo, sin compromiso no hay victorias. Ni tan siquiera sensaciones.

El Málaga debe olvidar el partido contra el Granada cuanto antes. Recordar que ante el Mallorca se ganó como se ganó y que fue el árbitro el que espoleó a los jugadores en esos gloriosos quince minutos ante el Getafe culminados en la plástica chilena de Baptista. En ningún momento el Málaga ha dado muestras de lo que, se sobreentiende, quiere Pellegrini del equipo. Juego asociativo, pocos toques y en cortas distancias, desdoblamiento de los laterales, etc. Por su puesto, nada de esto llegará sin esfuerzo. Contra el Rayo (y otros), había momentos en los que existían 20 metros o más entre Toulalan y Duda o Cazorla y la línea de tres medias puntas. Es inconcebible pensar tal cosa en equipos que apuestan por este fútbol. El Athletic de Bielsa -buen ejemplo, por cierto-, el Barça, el Madrid e, incluso, un desafortunado Villarreal que no se encuentra, pero que nunca renuncia a juntar líneas y a tocar (o, al menos, intentarlo).

Vallecas debe ser un punto de inflexión para cada componente del conjunto malaguista. Debe ser un antes y un después. Peor imagen es complicado ofrecer. Un jugador que se auto expulsa, fallos gravísimos de concentración a balón parado, nula presión al contrincante... Un desastre para olvidar y del que aprender. Y mucho. Solo cabe pensar en el Español. Pensar en dar hasta el último gramo de esfuerzo en honor a la afición. De tal forma, no me caben dudas de que los resultados vendrán solos.

Ya lo dijo un hombre que comprendía mucho de esta vida: "Nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo y no en el resultado. Un esfuerzo total es una victoria completa". Mahatma Gandhi.

martes, 4 de octubre de 2011

Cabalgar y golpear

Un 'nuevo' Real Madrid emerge en el horizonte. Mourinho, gran entrenador (además de agitador de masas), ha invertido el juego del conjunto blanco. Quizás, las sensaciones que daba antes de control hayan disminuido y el estilo sea criticable (cuestión de gustos), pero hasta el momento, da resultado.

Precisamente, ese mar de olas, en el que ahora convive el conjunto de Mou es el que se vuelve a favor de ellos. Cabalgadores profesionales, veloces, con gran agilidad y precisión en sus golpeos. Capaces de noquear al rival en dos contras, de generar tsunamis y mostrar cada una de las carencias del equipo rival. Un par de partidos con control pero sin intención (Dinamo y Levante) han hecho falta para invertir la situación. Ahora ya no quieren el balón siempre, aunque no renuncien a él por cuestiones obvias (Alonso, Özil, Benzema...). Es el turno de salir a la contra, cabalgar, pocos y rápidos toques y golpear.
Así, una vez tras otra.

En la dirección de la jugada, dos maestros del toque y la precisión no exentos de potencia y velocidad: Özil y el resurgido Kaka', que intercambian puestos de conductores y pasajeros de la aeronave. Una bestia al que el contraataque saca de su jaula (Cristiano) y una punta de lanza, el ejecutor, la llave maestra (Benzema o Higuaín). El argentino, todo garra, potencia, trabajo... El francés, exquisito, el delantero dulzón. Tan capaz de hincar el diente, como de asistir. Ambos, sumamente capaces de firmar el finiquito a cualquier rival por sí solos, pero más cómodos formando parte de la manada que embiste al contraataque.

Este estilo requiere constantes esfuerzos cortos pero a máxima intensidad, lo que implica que la jugada debe terminar al contraataque (gol o no), de lo contrario la defensa propia quedará al aire, desnuda como en otra época, cuando el Madrid atacaba con cuatro (cinco a lo sumo) y defendía con seis. Tiempos de azar, donde los goles quedaban en pies de unos y el repliegue en piernas y manos de otros. Allá donde el concepto de equipo no se distinguía más que en tánganas o en las celebraciones de los goles.

Este nuevo Madrid exige asimismo una profunda gestión física (entrenable) de los jugadores, en tanto en cuanto el esfuerzo anaeróbico (de poca duración y máxima intensidad) es mayor a cualquier otro tipo de juego practicado. Por ejemplo, el caso del Barça, donde predomina el trabajo aeróbico (larga duración a media intensidad)

En definitiva, un nuevo Madrid. Ha podido firmar el pacto con el diablo o bien, encontrado un camino distinto (desde luego más directo) a lo antes practicado. El nuevo Madrid de Mourinho. El de cabalgar y golpear.

lunes, 26 de septiembre de 2011

Cuestión de dinamismo

1.) Y el encuentró se ensució. El Málaga encontró rápidamente el dinamismo que suele encontrar mediada la primera parte en los primeros minutos. Fruto de esto, llegó la primera. A los seis minutos y medio, Joaquín encontró en un pase a la espalda de la defensa a Van Nistelrooy, pero Roberto supo adivinar por partida doble los lanzamientos de Ruud.

2.) Buen trabajo de Joaquín (el mejor en ataque en lo que llevamos de temporada), aunque evaporándose con el paso de los minutos, colocado como mediapunta móvil. Arranca desde la derecha, desde el centro, pasa, encara... Él genera el dinamismo del Málaga. La afición se levanta, aplaude, vibra. Joaquín dinamita el control que en largas fases del partido han tenido los de Pellegrini.

3.) Fieles al estilo pero sin ritmo. Un partido más (contra Mallorca y Bilbao también) el Málaga ha tenido el control el balón, pero no ha sabido matar (ni siquiera herir) al contrario. En Mallorca le salvo una carámbola, contra el Athletic, una genialidad. Cuando el Málaga domina y combinan al primer toque Duda, Cazorla y Joaquín, el rival tiembla. Los de Pellegrini dinamitan el partido y funcionan como un péndulo: de lado a lado. Un banda se atasca y se hace bascular a toda la defensa en busca del hueco idóneo para generar una ocasión.

4.) Todo lo contrario el Zaragoza. En busca de la verticalidad, como un cuchillo hacia la portería de Willy (fenomenal una vez más). Sin regocijarse en combinaciones exquisitas ni más de quince toques por jugada. Orden de Aguirre: finalizar las jugadas sino el Málaga nos golpeará al galope de sus tres bestias.

5.) El acompañante de Toulalan (excelso del 1 al 93). Duda ha ejercido esa demarcación teóricamente. Muy similar al caso Coentrão en el Real Madrid. Desconoce la labor del centrocampista. Quizás cuando el Málaga tiene el balón, cueste diferenciarlo porque tiene la suficiente calidad para inventar aunque no esté escorado en la banda, pero busca sus zonas naturales para vivir feliz y lo paga Toulalan que, en la labor de barrendero, se tiene que multiplicar por dos.

6.) Los laterales y Sergio Sánchez. Pocas, muy pocas, veces ha doblado Eliseu la banda para generar superioridad. Los equipos de Pellegrini siempre se han caracterizado por laterales largos que doblan a los falsos extremos que pasan a ser medias puntas. Generan superioridad o bien funcionan como factor sorpresa una vez que el juego en ataque comienza a coger velocidad. Cuestión de dinamismo. Contra el Zaragoza, Eliseu ha sorprendido en contadas ocasiones y Sergio ha desnudado las carencias que un central -movimientos explosivos de reacción en pequeños tramos de campo- tiene al ocupar un lateral largo (carrilero).

7.) La línea de tres detrás del delantero se deshace cuando el Málaga tiene la posesión cansina que poco o nada hiere al rival. Cazorla viene a recibir para elaborar y dar sentido el juego, pero su posición no es ocupada, por lo que, si él llega a su posición 'real', el esfuerzo será doble. Si no llega, los de Pellegrini pierden llegada y el último pase. De ahí, la importancia del acompañante Toulalan (que debiera ser el rebelde Apoño). Es una cuestión muy parecida a Özil en el Real Madrid. Baja a mediocampo a recibir, crea y otorga velocidad, pero cuestiones físicas no llega para dar el último pase (su especialidad -y la de Cazorla-).

8.) El resumen del partido lo ha hecho Pellegrini en la rueda de prensa: "Fuimos dominadores del partido, pero hicimos pocas ocasiones concretas". El Málaga entra en efervescencia y al galope, matando en las posesiones dinámicas que funcionan como un péndulo, pero hoy no ha funcionado, no ha habido dinamismo y el Málaga no ha 'matado'. Fiel a su estilo de toque pero sin hambre.

9.) Rápida reacción de Pellegrini (minuto 55) introduciendo a Rondón en el campo. Su equipo perdió la posesión y Van Nistelrooy no es un hombre para contraataques sino un referente arriba. La punta de lanza. El rematador.

10.) La salida del balón. El Zaragoza no ha estado excesivamente fuerte en la presión pero sí ha habido constantes parones en el campo que han dificultado la salida del balón del Málaga: limpia, en pocos toques, pero con muchos pases para desorganizar la defensa rival. Hoy, con exceso de toques y una salida sucia, a trompicones.

11.) Y Demichelis. El jefe de los once blanquiazules que saltan a jugar.



PD: El Málaga sigue el camino correcto. No traiciona a su estilo y jamás renuncia al balón. Pequeños (y otros menos pequeños) retoques para ser un equipo en todo su concepto. Preparaos para disfrutar.

viernes, 23 de septiembre de 2011

El error Coentrão

Como indica el título (muy de Ortega y Gasset), no es Coentrão el sujeto sino el objeto, es decir, no es que el portugués haya cometido un error sino que él es el error.

Tras unas largas y duras negociaciones, Fabio llegó arrastrando una duda a sus espaldas: ¿lateral o interior? Ni la una ni la otra.

 El bueno (solo cuando no está estimulado y sobreexcitado por su colega Pepe) de Marcelo es amo y señor del lateral izquierdo y Cristiano comienza sus vertiginosas arrancadas desde la izquierda hacia el centro. Consecuencia: no hay sitio para treinta millones de euros.
Visto la falta de hueco, el todopoderoso Mou le hace jugar al lado de Xabi Alonso en la misma posición que ocupaba el fiel soldado Khedira a la espera de Sahin.

No hizo falta más que un período de un partido que acabaría en catástrofe maña (0-6) para ver que Coentrão tenía problemas de adaptación en esa posición.

Semanas después, Mourinho insiste en darle cabida en el once.
Aún Fabio anda perdido. Corre, centra, llega, remata… Pero no entiende de pausas ni ritmos de juego. Solo de correr (y muy bien) en vertical. Muchas de las carencias las cura con el ímpetu de una fiera, otras tantas las tapa Xabi Alonso, pero cuando el segundo no funciona (que ese es otro tema) y al primero se le acaba el gas, el medio del campo del equipo rival echa por la borda cualquier trabajo táctica propuesto por Mourinho justo cuando la situación del partido empieza a tensarse.

Es, al fin y al cabo, el error Coentrão. Un tipo que no entiende el oficio del mediocentro. Y no por falta de cualidades sino porque en su vida lo ha hecho. En defensa, rápidamente entra como si su vida fuese en ello lo que acaba con una superioridad de la segunda línea rival. En ataque, abandona a Alonso en el centro para constantemente dejarse caer a su dulce hogar: la banda izquierda. En la que más allá de generar superioridad, atiborra de jugadores contrarios la zona obstruyendo cualquier posibilidad de creación o desborde.

Coentrão es el bombero de este equipo, pero al mismo tiempo que tapa las carencias de los demás con sus múltiples ayudas, deja en evidencia las suyas. Probablemente, la presencia de éste o más bien la ausencia de Khedira, sea una de las razones por las que Alonso no es capaz de olvidarse de defender y ejercer de metrónomo madridista. Sami es a Xabi lo que Mascherano era al mismo en Liverpool.

Treinta millones de euros que Jorge Mendes (y Mourinho) han 'obligado' a pagar al Madrid para fichar uno de los mejores laterales izquierdos del mundo que en escasos minutos ha podido degustar a qué sabe la banda izquierda del mejor club del siglo XX.